En los últimos tiempos se ha puesto
de moda el retorno al hardware. La inteligencia artificial que al principio se
basó en la idea del software; el cual, para muchos, avanzaba demasiado lento y
se desarrollaba sobre un "mundo de juguetes", fue perdiendo
partidarios por otra idea más ambiciosa: construir máquinas cada vez más
potentes que lleguen a alcanzar las capacidades del cerebro; en velocidad,
memoria, poder de representación. Así, hasta que la computadora llegue a ser
más inteligente que el hombre.
La superación de la mente gracias a
la rapidez de la máquina, su hardware, está dando lugar a una transformación
del término inteligencia:
-
Pueden surgir máquinas inteligentes que no
sean una copia del cerebro.
-
La inteligencia de la máquina estará dada por
su velocidad de procesamiento.
El
problema consiste en si creemos que las tecnologías siempre serán una
infraestructura controlada por los humano o aceptamos que dado su crecimiento
acelerado, su cada vez mayor autonomía y de su creciente inteligencia (a lo
cual no se le ve limites), se puede aceptar que se convertirán en una
superestructura capaz de compartir las decisiones con los humanos.
Por
lo que, con respecto a las tecnologías, considero la existencia de cuatro
posiciones.
1.-
Los que creen que la tecnología siempre será controlada por los humanos y el
único peligro está en el mal uso que se le dé. Desarrollo sostenible.
Asumen que bastaría con
limitar, prohibir o controlar la utilización de la tecnología. Viendo lo que ha
pasado a lo largo de la historia con el control de la tecnología, y cómo las
investigaciones se han estado orientando, casi exclusivamente, hacia el negocio
y no hacia las necesidades reales de la humanidad; las perspectivas de
esta opción parecen estar condenadas al fracaso si tenemos en cuenta el
profundo deterioro de los valores morales que impera en la sociedad
desarrollada actual.
2.-
Los que creen que las tecnologías igualaran y superan a los humanos, surgiendo
una superinteligencia. Singularidad tecnológica.
Parten del surgimiento
de una superinteligencia que superará a la inteligencia humana. Consideran que la Singularidad
tecnológica hará que la tecnología iguale y supere a la inteligencia humana,
surgiendo entonces una superinteligencia. La duda está en si esa
superinteligencia se formará a imagen y semejanza de la humana, y dado el
contexto de poder, estaremos ante otro competidor que no necesitará del entorno
natural y quizás, tampoco, de los humanos.
3.- Los que aceptan que las
tecnologías podrán ser una superestructura y creen que dado el contexto actual,
estas se convertirían en un competidor demasiado peligroso para la especie
humana, y hay que hacer todo lo posible para impedirlo. Bioconservadurismo,
ellos van, desde posiciones fundamentalistas y extremadamente conservadoras, a reflexiones
avanzadas que proponen limitar el crecimiento de las tecnologías sin renunciar
al progreso.
4.- Los que ven a la tecnología como
una aliada que nos pueda llevar a una superinteligencia colectiva donde humanos
y tecnologías cooperen por un futuro sostenible. Aquí la idea no es prohibir o
controlar el progreso tecnológico sino de aprender a manejarse con los nuevos
conocimientos tecnológicos y ponerlos en función del progreso humano.
Sostenibilidad tecnológica.
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